Desde La Gran tasca agradecemos que nos deis vuestras opiniones y valoraciones…..ya que todas ellas nos harán seguir mejorando!!!
Resumen de opiniones
Opiniones verificadas por Listae
Las opiniones marcadas con el sello de verificación provienen de reservas efectivas que el restaurante se obliga a publicar sin posibilidad de modificarlas
Buen cocido y abundante
Muy buen servicio. Comimos cocido, mucha cantidad y calidad.
Buenisimo
Increible y abundante cocido. Nos encanto. Seguro que repetimos!!!!
Muy buen trato y muy buena cocina
El cocido mi bueno y muy abundante, para recomendar.
Salvaje
Brutal el cocido y la atención
Comida entre amigos
Excelente calidad y cantidad
Siempre bien
Muy recomendable, cocido muy rico, trato amable, ambiente familiar
Brutal!
Un trato espectacular y la calidad de la comida un 10! Bravo!
Muy bueno, atención exquisita
El servicio excelente y la comida buenísima.
Recomiendo.
Magnífico género, no tanto el servicio
Hay determinados detalles en el servicio que evitan que la estancia sea magnífica, y es una pena. El local es agradable, pero el servicio, aún no siendo malo, es muy mejorable. No se puede empujar a los comensales para que terminen, con la excusa de un turno posterior, cuando hay mesas vacías (ni aunque estuvieran todas ocupadas); si pides cocido, te obligan a pedir por cada comensal, cuando tal vez otros comensales prefieran almorzar otras cosas; a los menores de edad no se les debe preguntar si quieren más consumiciones, la impresión que dan es malísima. Si te ofrecen llevarte el sobrante, deberían prepararlo ellos en cocina, pero no traerte los envases y una bolsa para que seas tú quien lo prepare. Y es una pena, porque el trato es agradable, y reitero que el género muy bueno, pero con estas actitudes se afea la estancia.
Muy buena experiencia
Cocido riquesimo y los camareros muy atentos


Hay cosas que no se olvidan, como el olor del cocido madrileño en casa de tus padres o abuelos. Ese festín que reunía a todos, porque un buen cocido tiene ese poder: unir a la familia, a los amigos, a los compañeros de trabajo, y convertir cualquier comida en un momento de alegría compartida. Es una tradición madrileña que merece ser preservada.