Desde La Gran tasca agradecemos que nos deis vuestras opiniones y valoraciones…..ya que todas ellas nos harán seguir mejorando!!!
Resumen de opiniones
Opiniones verificadas por Listae
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Buen servicio
El pedido estaba preparado,,me atendieron muy amablemente. Un poco caro.
Gran cocido madrileño
Un cocido muy completo y generoso, con muy buen sabor. La tasca es muy agradable y el personal súper amable y atento.
Todo estupendo.
Tanto el servicio como lo que pedimos , que fue cocido y chuletas de cordero, nos encantó.
Recomendable..
Negativa
Decepcionados con el cocido y el rabo no era nada expedí al. No volveremos….. lo sentimos
Pedido cocido para llevar.
Inmejorable. El cocido es buenísimo y acordé con ellos una hora de recogida y tenían todo muy bien preparado. Además son raciones abundantes.
Cocido
Un cocido bien servido y muy bueno. Ni le faltaba detalle. Me hubiera gustado poderme llevar la salsa junto con el cocido que me sobró.
Buenísimo de verdad. Y la atención de la camarera, muy amable .
Viviendo en el barrio de siempre, nunca entre a comer aquí. Sin duda volveré, porque aparte de cocido, tiene una carta bastante interesante.
Muchísimas gracias
Comida cocido
Sorprendentemente muy bien! Excelente todo
Muy rico demasiada cantidad
Sopa espectacular (estaba muy rico el sabor, personalmente hubiera puesto menos fideos) los vuelcos muy muy ricos pero con una ración por persona es excesiva y comen 2 personas. Se agradecería el consejo. Siempre hay tiempo de sacar. No eramos de Madrid, no nos pudimos llevar las sobras y claro fueron a la basura. Una gran pena
Todo correcto
Muy buena atención y servicio. La comida estaba excelente
Día de cocido
Cocido con muy buen sabor, pero me faltó más verdura y menos carne.
No pudimos probar la tarta de la Abuela y la de queso porque ya no quedaban, una pena.
Atención muy buena y agradables.


Hay cosas que no se olvidan, como el olor del cocido madrileño en casa de tus padres o abuelos. Ese festín que reunía a todos, porque un buen cocido tiene ese poder: unir a la familia, a los amigos, a los compañeros de trabajo, y convertir cualquier comida en un momento de alegría compartida. Es una tradición madrileña que merece ser preservada.