Desde La Gran tasca agradecemos que nos deis vuestras opiniones y valoraciones…..ya que todas ellas nos harán seguir mejorando!!!
Resumen de opiniones
General4,6/5Basado en 1208 opiniones
Opiniones verificadas por Listae
Las opiniones marcadas con el sello de verificación provienen de reservas efectivas que el restaurante se obliga a publicar sin posibilidad de modificarlas
Uno de mis favoritos
Creo que el cocido está genial, no le falta nada.
Fenomenal
Muy buen servicio, muy buena la comida, creo que fuimos los únicos que no pedimos cocido, pero lo q nos sirvieron: torreznos(para mi gusto demasiado salados, pero muy ricos), rabo de toro y costillas, y los postres también riquisimos(la tarta de pistacho espectacular). En resumen, todo muy recomendable, para repetir!!!
Muy bien
Todo muy bien pero muy poco espacio a la hora de comer. Te sientes incómodo mientras comes porque estás apretado por la mesa que tienes al lado. Quieren meter tantas que al final no acabas disfrutando ni del lugar ni de la comida.
Fantástica
Atención excelente, y cocido fantástica
Recomendable 100%
Cocido, atención y local de 10.
Espectacular
He vuelto a ir a comer a este sitio porque fui hace años y me encantó. No me ha defraudado nuevamente y espero volver sin que pase tanto tiempo.
Gran cocido, buen servicio
Mi amigo Luis y yo dimos cuenta de TODA la bandeja de garbanzos, verdura y carne que nos sirvieron. Y no porque fuera pequena, sino porque estaba todo tan bueno, que con calma y dos botellas de vino, nos lo comimos todo.
Buena
Excelente acogida, buen servicio y comida de buena calidad y en suvpunto
cocido
Fuimos a comer el cocido, y nos encantó. El restaurante es acojedor y familiar igual que el trato que recibimos por parte de los camareros. Un sitio para repetir!
Muy bueno
Todo muy bien. La cantidad de garbanzos es excesiva...
Hay cosas que no se olvidan, como el olor del cocido madrileño en casa de tus padres o abuelos. Ese festín que reunía a todos, porque un buen cocido tiene ese poder: unir a la familia, a los amigos, a los compañeros de trabajo, y convertir cualquier comida en un momento de alegría compartida. Es una tradición madrileña que merece ser preservada.